Somos oposición
Arte: J.P. Costigliolo
Luego del resultado ajustado de Noviembre; de la casi victoria que reflejó el enorme esfuerzo de militancia de la base frenteamplista, vino la manija.
La manija de los medios de comunicación y las redes sociales, el bombardeo sistemático de intercambios, intentos de entender, predecir lo que se viene.
Manija de la mano de un borrador de Ley de Urgente Consideración y el aluvión de declaraciones repudiables de los electos Diputados, Senadores y otros actores de la coalición multicolor neoliberal con elementos fascistas.
En medio de esta coyuntura, las bases tuvimos que dar la discusión política de cara a las elecciones Departamentales, con todos los ingredientes de siempre, como si nada hubiese pasado, repitiendo lógicas cupulares, re editando vicios, esos tan cuestionados en la etapa inicial de evaluación que se instaló luego de la derrota.
Logramos resolverlo, tuvimos nuestros dos candidatos y la candidata a la Intendencia.
Inmediatamente después, nos sumergimos en el proceso de instalación de los PEM (Plenarios Electorales Municipales), nuevo organismo creado para que cada grupo de coordinadoras y sectores contenidos en cada Municipio, defina candidaturas a Alcaldías y concejales.
Salimos de pintada, hicimos finanzas, organizamos actividades.
Luego vino la despedida y también la angustia: la última semana como gobierno, el último acto como gobierno, el último sábado como gobierno. Una especie de agonía que impregnó todo, aunque nunca nos detuvo.
La realidad objetiva se materializó, se llevó a cabo la ceremonia protocolar y Tabaré Vázquez entregó la banda presidencial al nuevo Presidente, Luis Lacalle Pou.
Entramos a una nueva etapa: somos oposición.
En medio de la campaña electoral Municipal y Departamental, seguramente se presentará la tan mentada Ley de Urgente Consideración que diversos sindicatos, técnicos, la ciudadanía en general y el propio Frente Amplio, analizan meticulosamente.
Las conclusiones son parejas: esta Ley es un retroceso enorme en relación a nuestros derechos. Va contra el salario y las condiciones laborales, por lo tanto, va contra los trabajadores y las trabajadoras. Va a favor de la violencia, habilitando el gatillo fácil y la impunidad policial, esto que el oficialismo – acostumbrémonos rápido – llama “cuidar a los que cuidan y apoyarlos moralmente”. Van contra la enorme mayoría del pueblo uruguayo, porque la minoría son ellos, los que no viven de su salario, los que no mandan a sus hijos e hijas a la Educación Pública, ni se atienden en ASSE, los que se pierden si los dejás solos de Av. Italia hacia el norte.
En este escenario y asumiendo un contexto regional complejo, de agudización de los conflictos y las luchas, las Bases frenteamplistas tenemos el enorme desafío de poner en funcionamiento una dinámica que implicará movilizar, retomar el contacto con el barrio, articular con organizaciones sociales, promover discusión política, apoyar cada movilización del bloque social y desparramar información contra hegemónica entre nuestros vecinos y vecinas, para explicar lo que sucede y construir solidaridad popular con las luchas venideras.
Lo haremos con el Programa que construimos en el último Congreso del FA, porque allí reside nuestra perspectiva y la síntesis política que nos conforma.
Lo haremos fortaleciendo la participación de los y las jóvenes que visualizan la importancia de organizarse y en gran medida eligen el Frente Amplio como espacio para ello. Así lo demostraron en noviembre.
Lo haremos respetando nuestros organismos, dando las discusiones en ellos, participando activamente.
Lo haremos organizados y organizadas, confiando en nuestra capacidad y defendiendo la alegría, claro está, siempre, como una trinchera.