Respuestas breves sobre cuestiones ideológico-políticas respecto el ataque de Israel y de la masacre en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino
Respuestas breves sobre cuestiones políticas-ideológicas respecto el ataque de Israel y de la masacre en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino
El KKE desde las primeras horas del nuevo ataque militar lanzado por el Estado israelí y la masacre contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, con posiciones de principio se puso combativamente del lado del pueblo de Palestina, organizando decenas de movilizaciones de solidaridad; los comunistas tuvieron un papel destacado en muchas movilizaciones obreras y populares en toda Grecia, que en Atenas llegaron hasta fuera de la embajada de Israel y la embajada de EE.UU.
Denunció al gobierno de la ND y los demás partidos (SYRIZA, PASOK, nacionalistas) por apoyar a Israel supuestamente en nombre de los “intereses nacionales”. Demandó la desvinculación de Grecia de los planes de EE.UU. y de la OTAN en la región, el regreso de las fragatas griegas de las misiones de la OTAN, el cierre de las bases de EE.UU.-OTAN y la aplicación de la resolución del Parlamento griego sobre el reconocimiento del Estado palestino en las fronteras anteriores del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como su capital.
Además, el KKE procedió a la traducción en muchos idiomas (inglés, albanés, árabe, búlgaro, francés, alemán, español, portugués, ruso y turco) del artículo de Dimitris Koutsoumbas, Secretario General del CC del KKE, que trata la esencia de la cuestión así como aspectos más amplios del conflicto, para informar a los partidos comunistas, a los comunistas en todo el mundo sobre sus posiciones.
Hoy consideramos necesario dar algunas respuestas breves en torno a preguntas que o bien llegan a la Sección de Relaciones Internacionales del Comité Central del KKE, desde diversos rincones del mundo, o que son objeto de polémica contra el KKE y sus posiciones.
El concepto del “terrorismo” se utiliza para blanquear los crímenes de los imperialistas
Una pregunta que viene de varios lados, a veces con buena intención y otras maliciosamente por políticos y periodistas burgueses, es “¿por qué el KKE no condena el terrorismo en sus posicionamientos sobre este tema?”.
El KKE sabe muy bien que durante varias décadas la cuestión del llamado “terrorismo” ha sido utilizada por las clases burguesas y las potencias imperialistas para los planes antipopulares y para la justificación de las intervenciones y guerras imperialistas. El “terrorismo” se ha convertido en un concepto que se utiliza según les conviene, así que en todos los países de la UE, inclusive nuestro país, se promueven las llamadas “leyes contra el terrorismo” que apuntan contra las luchas de los trabajadores, los campesinos y los jóvenes. Una movilización de masas, la ocupación de un centro de trabajo o de un espacio público, de una calle, puede ser calificada como “acto terrorista” y se puede recurrir a la respectiva disposición legislativa y a la persecución a expensas de los trabajadores, campesinos y estudiantes en lucha.
Respectivamente, el sentido del “terrorismo” se utiliza a nivel internacional para servir a los objetivos de las clases burguesas: así por ejemplo el llamado “Ejército Libre Sirio”, que es responsable de una serie de crímenes en Siria, para EE.UU. y sus aliados no es una “organización terrorista”, cuando caracterizan a Hamás como tal. Ejemplos respectivos, según lo que conviene a las clases burguesas de todo el mundo, se verán en lo que respecta a otras organizaciones político-militares armadas, como los talibanes, o los kurdos de Siria, etc.
Además, la clase burguesa mezcla en su propaganda a organizaciones como Al Qaeda y los talibanes –que fueron creadas, apoyadas y armadas por los imperialistas para sus fines, antes de perder su control–, con fuerzas como Hamás, que se convirtió en primera fuerza en la Franja de Gaza durante las elecciones de 2006 y lo cual demuestra que esta fuerza burguesa, por diversas razones que tienen que ver con la propia violencia de la ocupación israelí y la deficiencia de acción de otras fuerzas políticas en la Franja de Gaza, ha sido apoyada por fuerzas populares que luchan por la liberación de Palestina. El KKE tiene puntos de vista políticos, ideológicos y filosóficos opuestos en relación con esta organización político-militar, pero no permitirá que para justificar la larga ocupación se impregne la conciencia del pueblo con que el bombardeo de Gaza y los asesinatos de miles de niños se hacen supuestamente para aplastar Hamás, cuando las pruebas demuestran una tras otra que el objetivo de Israel es anular la solución de los dos Estados; explotar los hidrocarburos y la posición geográfica de la Franja de Gaza; llevar a cabo el genocidio del pueblo de Palestina y el desplazamiento al desierto de los que sobrevivirán la masacre israelí.
Además no damos ningún crédito a las pruebas fabricadas por las autoridades israelíes sobre las “atrocidades de Hamás”, ya muchas de estas noticias fabricadas han sido desmentidas después de unos días y entre ellas por las presentaciones de pruebas por parte de periodistas griegos en actos públicos que se han realizado. Pero tomamos en cuenta una cosa más. La duradera ocupación israelí, la opresión, el apartheid, realmente pueden provocar una gran ira, represalias y acciones extremas. La guerra en sí, que está en curso desde hace siete décadas a expensas del pueblo de Palestina, es una atrocidad en la que cientos de miles de palestinos han sido asesinados y torturados y lo crucial es que los trabajadores se enfoquen en las causas y el carácter de la guerra, en las consecuencias trágicas de la duradera ocupación israelí, en la masacre contra el pueblo palestino que lucha y tiene el derecho de luchar por todos los medios por su liberación.
Israel, una “base de EE.UU.”
El KKE ha expresado su plena solidaridad y apoyo con el pueblo de Palestina, con la necesidad de tener su propio Estado y estar al mando de su país; al mismo tiempo señaló como víctima de la política del Estado burgués de Israel y del gobierno reaccionario de Netanyahu al mismísimo pueblo israelí.
Esta posición ha sido recibida con hostilidad por varias fuerzas que aparecen supuestamente como “antiimperialistas” y no reconocen la existencia del Estado de Israel, caracterizándolo simplemente como “base de EE.UU.”; y entre otras cosas tampoco reconocen exista una burguesía israelí con sus propios planes, ni tampoco un pueblo israelí.
Estas fuerzas, que niegan el derecho de existir a pueblos enteros, una vez más han abandonado los criterios clasistas y abordan exclusivamente los desarrollos a través del llamado “prisma” geopolítico. Se niegan a ver que la causa principal de lo que están experimentando los pueblos es el bárbaro sistema de explotación en su fase actual, en su fase monopolista, cuando por todos los medios se intensifica la confrontación desarrollada entre monopolios, entre las clases burguesas, para la explotación no solo de los trabajadores en sus países sino también de los demás países, la confrontación por las materias primas, las rutas de transporte de mercancías, los apoyos geopolíticos y las cuotas de mercado.
Por tanto, después de la Segunda Guerra Mundial la potencia capitalista que salió victoriosa y fortalecida, es decir EE.UU., eligió tener un apoyo geopolítico fuerte en la región; un “gendarme” y “vigilante” que estuviera en condición de interactuar por la fuerza, de resultar necesario, con las clases burguesas de los demás países que se formaron tras la caída del colonialismo, caída ocurrida también bajo la contribución de la victoria de la Unión Soviética contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, y cabe recordar que éste es un elemento inherente al capitalismo.
La existencia de un Estado israelí es hoy una realidad. La masacre de los judíos por los nazis, el antisemitismo que promovieron las clases burguesas antes de la Segunda Guerra Mundial en muchos países capitalistas, llevaron a la URSS y al movimiento obrero mundial a aceptar la fundación del Estado de Israel al lado de un Estado palestino.
Esta decisión fue desafiantemente violada por el Estado burgués de Israel. Su clase burguesa, desde hace décadas, viola el derecho del pueblo de Palestina apoderándose de gran parte del territorio palestino. EE.UU. y la Unión Europea encontraron en la burguesía de Israel y su Estado el “aliado” que necesitaban y que les daba el derecho de arbitrar con las demás burguesías de la región, que también buscaban mejorar su posición. Este juego geopolítico que se desarrolla de manera aún más horrible tras el derrocamiento del socialismo en la URSS, tiene como víctima a un pueblo entero, es decir al pueblo de Palestina. Al que durante muchos años le prometían una Patria, pero su sueño no se ha hecho realidad.
El KKE respeta los derechos y la lucha de todos los pueblos, y en sus posiciones destaca, entre otras cosas, que el pueblo de Israel también pagará un alto precio siendo también él víctima de las políticas que implementa la burguesía de Israel y su Estado. Expresamos nuestra solidaridad con todos los luchadores en Israel, en primer lugar con el Partido Comunista de Israel, con los comunistas judíos y árabes que están luchando en la “boca del lobo” y alzan su voz de resistencia ante la barbarie contra el pueblo de Palestina. Los 21 diputados y los 2 eurodiputados del KKE firmaron conjuntamente un texto de solidaridad con el diputado Ofer Kasif, perseguido por las autoridades israelíes dada su postura contra la ocupación.
Lucha por la liberación nacional y socialismo
Además, se plantean preguntas sobre la lucha por la liberación nacional del pueblo de Palestina; si puede existir tal lucha bajo las condiciones del imperialismo, y aún más cuando decimos que nuestra época es la época de transición del capitalismo al socialismo. Hay personas que critican al KKE, dicen que en todos los demás casos éste habla de la necesidad y actualidad del socialismo mientras que precisamente en este caso sólo se centra en el derecho al establecimiento del Estado palestino.
Brevemente quisiéramos destacar lo siguiente: hoy día en todo el mundo predominan los monopolios, estamos en la fase monopolista del capitalismo, en lo que Lenin definió como imperialismo, pero esto no descarta en absoluto la posibilidad de que se estallen luchas por la liberación nacional y contra la ocupación extranjera. Por parte de los palestinos se está librando una guerra justa de liberación nacional, una guerra contra la ocupación con el objetivo de obtener el derecho a tener su propia patria. No puede haber dudas ni vacilaciones al respecto. Por parte de Israel y sus aliados (EE.UU., OTAN, UE) es una guerra imperialista injusta que apunta a perpetuar la ocupación y servir a sus intereses en dicha región.
En la época del imperialismo, durante el período 1941-1944, el KKE dirigió tal lucha formando el Frente por la Liberación Nacional (EAM), el Ejército Popular Griego de Liberación (ELAS) así como las demás organizaciones de resistencia contra la ocupación fascista extranjera (alemana, italiana y búlgara). El KKE fue la mente, el organizador y la fuente de reclutas para esta gran saga de resistencia y estamos orgullosos de nuestro partido pues desempeñó un papel principal en esta lucha; cualquier crítica que ejercemos a este respecto concierne a la preparación político-ideológica de nuestro partido para vincular esta gran lucha con la causa del poder obrero.
El socialismo es necesario y vigente para todo el mundo, para todos los países capitalistas, pero en las condiciones en las que se desarrolla la lucha obrero-popular en cada país se destacan asuntos importantes que pueden dar un impulso a la lucha de clases. Una cuestión crucial para el Partido Comunista y el movimiento obrero, para la preparación, agrupación y movilización de fuerzas obreras y populares, es tomar en cuenta estos asuntos importantes, los “eslabones” en la lucha por el socialismo. Hoy en día en Palestina el “eslabón” básico es acabar con la ocupación extranjera israelí, el establecimiento del Estado palestino.
Por lo tanto, una tarea que concierne a la clase obrera de Palestina y a su vanguardia, el Partido Comunista, es desarrollar una tal línea que vincule este “eslabón” a las causas de la lucha por la liberación social, el poder obrero y la construcción de la nueva sociedad socialista. Nuestra tarea, la de los trabajadores y los jóvenes en los demás países, es apoyar esta lucha y ponerse de su lado en el conflicto con las fuerzas de ocupación.
La percepción errónea de los “dos ejes”
Dado que la guerra en Palestina está objetivamente entrelazada con el antagonismo entre las potencias imperialistas (EE.UU., OTAN, UE por un lado, y Rusia, China, Irán, etc., por el otro) en la región y a nivel mundial surgen dos percepciones diferentes, pero igualmente erróneas, con base en lo anterior: 1.- una percepción que argumenta se está formando un “eje antiimperialista” (Irán, Rusia, China) al que hay que apoyar contra los imperialistas de EE.UU. y sus aliados; 2.- una percepción menos difundida por ahora pero igualmente errónea y que considera que los dos conflictos militares son imperialistas, que son expresiones diferentes de una tercera guerra imperialista mundial y por lo tanto no podemos apoyar la lucha del pueblo de Palestina por su liberación porque es parte de un conflicto imperialista.
Las dos aproximaciones parten de la observación correcta de que se están formando bloques de potencias opuestas; por una parte está el bloque de las potencias del euroatlanticismo, mientras que es evidente la formación del bloque euroasiático (Rusia, China, Irán, etc.) que según la primera opinión se presenta equivocadamente como un supuesto “eje antiimperialista”. Así que prácticamente renuncia a la aproximación clasista, abordando al imperialismo como la política agresiva de EE.UU. y de sus aliados; ignorando que en China y Rusia los que mandan son los monopolios, que las clases burguesas de estos países también buscan promover sus propios planes.
El apoyo de Rusia, China e Irán a los palestinos no es porque apoyan lo que es “justo para los pueblos” sino porque quieren obstaculizar los planes estadounidenses en la región, ponérselo difícil, perjudicarles. Así que estas potencias no forman un “eje antiimperialista” sino trabajan para sus propios intereses, para sus propios monopolios y por eso no pueden ser consecuentes en el apoyo a la lucha palestina. Otra cosa es que los palestinos, como cualquier movimiento de liberación nacional o incluso revolucionario, busquen explotar estas contradicciones a favor de su lucha contra la ocupación israelí.
En cuanto a la segunda aproximación, aunque aborda correctamente la esencia clasista de los bloques imperialistas que se enfrentan, comete el gran error de “echar el bebé con el agua” al rechazar la justa lucha del pueblo palestino en el nombre de la guerra imperialista. Sin embargo, como se ha demostrado históricamente, en condiciones de confrontación imperialista internacional o incluso de guerra no se excluye la posibilidad de que se manifiesten también guerras justas de liberación nacional. Lenin abordó estas cuestiones exhaustivamente en las condiciones de la Primera Guerra Mundial, en respuesta a las posiciones erróneas de Luxemburgo.
Hoy, que efectivamente existe la posibilidad de una generalización del conflicto en el Oriente Medio, incluso de su vinculación con la guerra en Ucrania o el “estallido” de nuevos frentes, el carácter imperialista del conflicto, de las principales potencias que compiten por sus propias aspiraciones geopolíticas, no solo no debe llevar a nuestro pueblo a retirar su apoyo al pueblo de Palestina sino que es preciso que esta lucha reciba aún más apoyo.
El KKE tanto en el caso del conflicto en Ucrania, como en el caso de Palestina, está en el lado correcto de la Historia porque está con los pueblos y lucha contra los imperialistas, los monopolios y el capitalismo que masacran a los pueblos.
10 de noviembre de 2023