Montevideo, crecimiento con crisis urbana + narcotráfico

Arte: José Pedro Costigliolo

TACITA DEL PLATA EN EL MAR DE LA GLOBALIZACIÓN

Hasta hace no mucho, la mayor parte de la humanidad vivía en el medio rural. Hoy la mayoría de los seres humanos vive en ciudades. Es un gran cambio histórico, cuya lógica y consecuencias han sido muy poco estudiadas.

El motor del acelerado crecimiento urbano es la globalización capitalista: las ciudades son los mayores mercados de su historia

Este crecimiento agudiza anteriores problemas y genera otros mayores y más graves. Desigualdad, exclusión y segregación urbana, fragmentación socioeconómica, colapso del transporte, especulación inmobiliaria, vienen de lejos. La irrupción del narcotráfico en la vida ciudadana genera un arco delictivo cuya violencia alcanza niveles inéditos. La explotación capitalista en su forma actual, produce ciudades fragmentadas, desiguales, violentas. Infelicidad

Esto complejo de situaciones problemáticas es lo que se llama “crisis urbana” y acompaña al capitalismo globalizado como la sombra al cuerpo. La “crisis urbana” es el común denominador que hace de Montevideo una cuenta más en el collar de la globalización capitalista.

Mientras las crisis del capitalismo han golpeado duramente a los pueblos de los países desarrollados. Uruguay y otros países latinoamericanos, han vivido una época de crecimiento económico. Los sucesivos gobiernos del Frente Amplio han implementado activos y diversificados instrumentos de política social. Con resultados positivos. Sin embargo, tenemos crecimiento económico, activas políticas sociales y una persistente “crisis urbana”.

“Entre la crisis de los lugares, la crisis del trabajo y la crisis del Estado existen relaciones causales complejas que suponen un apoyo mutuo y que generan las condiciones para que nuestras ciudades ahora se hayan convertido en escenarios del sufrimiento y de la gran desigualdad entre las personas, lo que se refleja en estos momentos en una enorme fragmentación del espacio urbano en sus múltiples dimensiones”, señala un estudio del Dr. Adolfo Benito Narváez Tijerina , de la universidad mexicana de Nuevo León.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-1024 [2], señala: “América Latina muestra hoy en día economías más fuertes e integradas, menos pobreza, democracias más consolidadas, así como Estados que han asumido mayores responsabilidades en la protección social. Pero, el flanco débil de la región es la violencia, el crimen y la inseguridad. En la última década la región ha sufrido una epidemia de violencia, acompañada por el crecimiento y difusión de los delitos, así como por el aumento del temor entre los ciudadanos.

La “crisis urbana” es un entramado complejo, en ella se disciernen “causas económico sociales” claramente identificadas como tales, conjugadas con otra que pese a sufrirla cotidianamente y tenerla ante nuestros ojos no la asociamos con aquéllas: el narcotráfico, que sin embargo ha pasado a desempeñar un papel determinante: i) alimenta exponencialmente la inseguridad ciudadana y, a la vez, ii) alimenta la globalización actual: de él depende la salud del capitalismo. Las grandes sumas que le aporta a su torrente financiero lo salvan de la bancarrota.

EL BOSQUE NO SE VE…SÓLO ALGUNOS ÁRBOLES

Pese a los esfuerzos para revertir algunos efectos de la crisis urbana, la mayoría persiste, e incluso se agravan. Esto está demostrando la persistencia de sus causas. Se puede postular que forman un “combo”, un todo orgánico.

Pero ni estudios académicos ni políticas públicas lo abordan de ese modo. Se multiplican estudios centrados en “aspectos” urbanísticos o socioeconómicos. Descriptivos, en general, sin discernir la existencia de una causalidad estructural, que los sitúe, interconecte, jerarquice y explique.

Esta mirada sesgada privilegia la descripción de síntomas más o menos comunes (partes) sin buscar las causas que los generan y cómo “juegan” con otras partes y con el conjunto que los contiene (la sociedad). O sea, cada parte se explicaría por sí misma y a lo más, tendría relaciones externas con las demás. Como si estudiar cada dedo por separado explicara el “efecto mano”.

Pero, sobre todo, la visión de partes desarticuladas no importa tanto por sí misma, sino porque da lugar a prácticas desarticuladas, que atacan síntomas –y no todos- sin meterse con las causas profundas, estructurales, de estos síntomas.

Hay diversas tendencias en curso, contradictorias en muchos casos, lo que exige hilar fino, no por el afán de complicarse la vida, sino porque se pueden producir deformaciones, como por ejemplo, echarle la culpa al gobierno hasta de la alta humedad, si uno se ubica en la oposición. O calificar el incremento de los delitos violentos como una “sensación térmica”, si es partidario del actual gobierno.

Tratando de no caer en lo mismo y reducirnos a la mera descripción de las dificultades, hay que dar un paso inevitable: proponer un modo que intente superar teórica/prácticamente lo que hemos estimado insuficiente.

Con sus particularidades nacionales, se reiteran síntomas (partes), de modo que hay que buscar de qué todo son partes. Para lo cual no hay que ir muy lejos: ese todo que los sitúa y significa, que los estructura, es el capitalismo mundializado.

Esta fase del capitalismo se caracteriza por la desarticulación del trabajo –funcional y territorialmente - al que concurren, entre otros, la caída vertical del peso de los sindicatos y la revolución informática; la hegemonía del capital financiero especulativo y el acelerado crecimiento de la población urbana, de tal magnitud, que este movimiento cuantitativo se transforma en salto cualitativo: la crisis urbana.

El capitalismo se presenta como una fase inevitable de la vida social, por lo que sólo cabría ocuparse de sus “daños colaterales”

Para el Banco Mundial, las asimetrías y desigualdades que provoca el crecimiento (o sea el capitalismo) en el territorio, son inevitables: “Estas transformaciones fomentan la prosperidad, pero conllevan riesgo y sacrificio…la concentración creciente de las personas en algunas partes de un país ha sido una de las características del crecimiento económico en los últimos dos siglos. Combatir esta concentración es combatir el crecimiento mismo, y las autoridades deben dar muestra de paciencia ante estos desequilibrios”, concluye [3].

La especulación inmobiliaria se ha constituido en un verdadero motor de “asimetrías y desigualdades”, como un componente muy importante de la especulación financiera, la que alcanza dimensiones inéditas [4]: “a tal punto es importante, que se declara que el capital especulativo mundial sobrepasa al productivo, desde hace 10 años a la fecha. Dicha preponderancia del capital especulativo incide sobre los préstamos concedidos por la banca a las personas para adquirir un bien inmobiliario. A la vez que un hecho común en las grandes ciudades de hoy es que la explotación capitalista del espacio se expresa asimismo en demoliciones indiscriminadas y sustitución de vivienda familiar por edificios en altura, entre otras calamidades”.

La crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime) de 2008 detonó la crisis financiera de Estados Unidos la que, a su vez, desencadenó la crisis económica mundial. La crisis de las hipotecas fue fruto del crédito fácil de obtener y difícil de pagar. El extraordinario incremento de activos financieros mundiales, que pasó de 12 billones de dólares en 1980 a 241 billones en 2007, según estimaciones del Fondo Monetario

Internacional, se reflejó en la amplia distribución y el creciente número de activos más allá de las fronteras. En 2000, únicamente 11 países contaban con activos financieros de más del 350% del PIB, pero en 2007 la cifra de países alcanzó los 25” [5]

UNA MIRADA INNOVADORA

Al contrario, e innovando en el pensamiento crítico, David Harvey, geógrafo inglés, introduce el análisis de lo urbano como un elemento esencial de la vida social. “Desde siempre, [6] las ciudades han brotado de la concentración geográfica y social de un excedente en la producción. (es) un fe­nómeno relacionado con la división en clases, ya que ese ex­cedente se extraía de algún sitio y de alguien, mientras que el control sobre su uso solía corresponder a unos pocos… Esta situaci6n general persiste bajo el capitalismo, evidentemente, pero en este caso se ve sometida a una dinámica bastante diferente”.

Se trata de una tendencia esencial al capitalismo, éste “…produce continuamente el exceden­te requerido por la urbanizaci6n. Pero también se cumple la relación inversa: el capitalismo necesita la urbanización para absorber el sobreproducto que genera continuamente. De ahí surge una conexión íntima entre el desarrollo del capitalismo y el proceso de urbanización. No puede sorprendernos, por tanto, que la curva logística del crecimiento con el tiempo del producto capitalista sea prácticamente idéntica a la de la urbanización de la población mundial.”

A partir de esas proposiciones, Harvey cuestiona los análisis parciales, no dialécticos de la crisis, que estima realizan muchos seguidores del pensamiento crítico marxista, “Evidentemente, tratar de analizar la dinámica de la recien­te crisis y sus consecuencias sin referirse al sistema de crédito (cuando las hipotecas suponen el 40 por 100 del PIB estadou­nidense), el consumismo (70 por 100 de la fuerza impulsora de la economía estadounidense frente al 35 por 100 en China), y la intensidad de la competencia (poder de los monopolios en el mercado financiero, inmobiliario, del pequeño comercio y mu­chos otros) sería un intento ridículo.

La creciente velocidad que adquirió la creación de nuevos instrumentos especulativos aceleró la marcha hacia la crisis: “Las innovaciones financieras puestas en marcha en la década de 1980, en par­ticular la titulizaci6n y empaquetamiento de hipotecas locales para venderlas a inversores de todo el mundo y la creaci6n de nuevas instituciones financieras que facilitaran la creaci6n de un mercado hipotecario secundario y la emisión y venta de Obli­gaciones de Deuda Garantizadas [COOs, Collateralized Debt Obligations] han desempeñado un papel decisivo. (ob.cit pp. 32/33).

UN AGUJERO NEGRO DENTRO DE OTRO

Si la omisión de la crisis urbana constituye un verdadero agujero negro, la no consideración del narcotráfico como elemento esencial de ella, lleva el alcance de esta omisión a niveles peligrosos.

El narcotráfico ha pasado a ser un elemento ineludible tanto de la economía, así como de la vida y la cultura de las ciudades, de las más grandes sobre todo. La creciente influencia que va alcanzando el narcotráfico en la economía globalizada demuestra la inmoralidad intrínseca del capitalismo actual.

Existe una “virulenta sinergia entre mundialización y delincuencia organizada” [7]

“El narcotráfico [8] está minando al sistema democrático…en combinación con otros negocios ilegales (pero no necesariamente desvinculados del poder institucional, como el tráfico de armas), está desnaturalizando a las democracias políticas … (es) la combinación de negocios perfecta: un producto de inigualable rentabilidad que se transa cash y no paga impuestos ni cargas sociales, un mercado voraz y millares de vendedores y distribuidores dispuestos a cualquier cosa”

Antonio Maria Costa [9] ex director La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, del inglés United Nations Office on Drugs and Crime), afirma que “algunos créditos interbancarios han sido financiados recientemente por dinero proveniente del tráfico de drogas y otras actividades ilegales”. Asimismo, estima los ingresos mundiales del comercio de la droga en alrededor de 400 mil millones de euros anuales, que, afirma Costa, “según nuestras investigaciones, la mayoría de esa plata ha sido absorbida en el sistema económico legal y ha servido de palanca fundamental contra la crisis….los créditos interbancarios han sido financiados por los ingresos de la venta de droga y de otras actividades ilegales”.

Por su parte, la ONU estima que el lavado de dinero, sumado todos los métodos para realizarlo, representa mil millones de millones de dólares por año.

Las gigantescas sumas de dinero que mueve el narcotráfico han llegado a ser indispensables para el capitalismo global. Muchas instituciones financieras fundidas por sus propios excesos han sobrevivido gracias a esos fondos. Los salvatajes a instituciones financieras conjugan dinero del narcotráfico y de los ajustes que generan desempleo y rebaja violenta de la calidad de vida de la mayoría. El narcotráfico ha alanzado la condición de componente esencial de la explotación capitalista.

Por eso, al capitalismo globalizado no le interesa ni beneficia que el narcotráfico llegue a su fin. Su nefasto efecto de violencia y fragmentación hace a su condición de ilegalidad delincuencial, más que a las sustancias objeto del negocio y sus negativos efectos para la salud (que, por lo demás comparte con “drogas legales” como el alcohol o el tabaco).

El bombardeo consumista del capitalismo actual, lleva a muchos habitantes de las deprimidas periferias urbanas –sobre todo jóvenes-, a aspiraciones imposibles de satisfacer lo que los empuja a incorporarse a las bandas de narcotráfico. En ellas, la cultura del trabajo, de la solidaridad, es bloqueada, desplazada por la cultura narco.

En esos ámbitos (las favelas), el narcotráfico ejerce un fuerte poder de seducción sobre niños y adolescentes con escasas alternativas de empleo e ingreso y frágiles perspectivas de futuro. Muchos jóvenes vislumbran, en la ganancia rápida y la vida “glamorosa” inspirada por el poder y la presencia visible de armas, una salida atractiva aunque frecuentemente letal. Esas prácticas alimentan una cultura donde predominan el despotismo, el machismo, las armas y la violencia, que contamina a buena parte de los jóvenes de esas áreas, incluso los que no están directamente involucrados en el narcotráfico o las actividades delictivas” [10].

La cultura narco es “un fenómeno emergente que cambió Uruguay… [11] como sociedad, nos desayunamos que no somos el país más seguro de América Latina, aunque en la comparativa estemos bien posicionados. Ya no somos el país de nuestros padres ni el que se tenía cuando yo era un niño…uno de los fenómenos que ha ayudado a que esto ocurra es la cultura narco, porque no se limita solo a la venta de drogas sino que conlleva a otras cosa (aparece) en el fútbol, en el básquet, en el turf y en el boxeo …los lugares más atractivos porque son ambientes que generan reconocimiento y permiten lavar dinero. Estamos en un momento de exacerbación de esta cultura, se ve por ejemplo en las letras de algunos grupos de música tropical que son un culto al malandra”, agregó indicando que, en lo que refiere a los lazos con la política, si bien no se concretamente si hay políticos que están vinculados, no dudaría que haya ocurrido” porque “sé que hubo intentos de los narcos de acercarse a políticos y algunos se han reunido con ellos, habló de gente pesada no de cargos chicos”.

LA “GUERRA A LAS DROGAS” FRACASÓ

Estados Unidos, por su raíz protestante, es proclive al prohibicionismo y a los castigos ejemplares (pena de muerte, ataques a otros territorios).

En dos períodos de su historia, ha implementado políticas prohibicionistas: la primera, del alcohol, entre 1920 y 1933, a nivel federal. La segunda, la “guerra de las drogas” que arrancó en 1971 y que extendió a todo el mundo, hasta la actualidad.

Desde mediados de los 80 del siglo XX, ha sido considerado asunto de “seguridad nacional” y asociándola a la nueva doctrina “de contención”, dentro de los llamados conflictos de baja intensidad, lo que militarizó la “guerra de las drogas”. Con posterioridad al 11 de setiembre de 2001 –ataque a las Torres Gemelas – es un capítulo de la “guerra al terrorismo”.

Estados Unidos ya se había curado con su propia medicina, cuando en la década del 20 del siglo pasado, la Ley Seca [12]mostró que la prohibición no sólo incrementó el gangsterismo, sino también el absoluto descontrol de la calidad del alcohol, lo que causó muertes e incapacitaciones de por vida. Impidió, igualmente, el adecuado encare de la rehabilitación de los adictos.

Casi un siglo después y pese a que Washington sigue enarbolando el garrote, cada día son más abundantes las manifestaciones de autonomía política de los países latinoamericanos. Desde los más distantes puntos del horizonte político, ha aumentado el número de presidentes, que así lo han expresado. En el caso de la “guerra a las drogas”, en su momento el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, el colombiano Juan Manuel Santos, el guatemalteco Otto Pérez Molina, la argentina Cristina Fernández, intentaron avanzar las posibilidades de poner fin al narcotráfico regulando el consumo de drogas, a lo menos.

QUÉ/CÓMO

La crisis urbana y su núcleo perverso, el narcotráfico, no existen, no se plantean como problema que fluye e incide de la actual organización de nuestra sociedad. Por eso, nuestro propósito ha sido romper esa no existencia, ese no planteamiento. Situarlo y significarlo. La solución lógico formal para el narcotráfico no ofrece mucha dificultad: suprimir el tráfico ilegal de drogas, dándolo vuelta como una media, esto es, legalizando y regulando el comercio de sustancias que alteran la conciencia. Otra cosa muy otra es construir su solución práctica, que exige la convergencia de la percepción y la acción de millones y de las instituciones que han de darle forma institucional, sustentadora del accionar legal sostenido.

Amputarle los tentáculos delincuenciales, disociadores, desestabilizadores al narcotráfico es una condición necesaria, pero en absoluto suficiente. La crisis urbana sigue reproduciéndose con duros componentes socioculturales, como la desigualdad, la marginalidad, los trabajos y servicios de baja calidad.

Su superación supone un esfuerzo histórico que exige remover las raíces de los árboles. Y para realizar ese tipo de esfuerzo hay un actor social el movimiento sindical, que ha encarado desafíos de similar envergadura. Como ya lo demostró con la voluntad, la valentía, la organización, la visión estratégica con que protagonizó la Huelga General del 73. La Central Sindical ya ha alcanzado una magnitud tal que puede echarse sobre los hombros la resolución de este verdadera “tragedia griega” del siglo XXI.

NARCOTRÁFICO INTERNACIONAL [13]

Los delincuentes uruguayos han pasado de ser simples mulas para transportar drogas en diferentes modalidades, incluidos ingestados, hasta pasar a organizar el transporte en veleros desde el Caribe a la Península Ibérica llegando a la lucrativa actividad de ser lavadores de dinero lo cual se considera un avance considerable en el grado de conocimiento y confianza para con los traficantes internacionales.

Por nuestras cárceles han pasado, y aún se encuentran alojados, narcotraficantes de todas partes del mundo… Ha habido respeto y admiración de los nacionales uruguayos hacia los traficantes internacionales y desde éstos, una considerable transferencia de experiencias, de conocimiento, formas de dirimir conflictos, contactos para operaciones presentes y futuras, etc.

Las modalidades delictivas que han aparecido y aquellas que se practicaban y han crecido lo han hecho a partir del crecimiento del narcotráfico y sus delitos conexos.

Los primeros códigos que cayeron fueron los carcelarios, consolidándose la distribución de drogas dentro de las cárceles como principal factor de poder. Otras modalidades y tendencias que se impusieron a partir de allí cambiando a operativa criminal en general y se practican en determinados asentamientos o barrios son:

a) El uso creciente de armas de fuego. Obtenidas de contrabando o robadas… se están utilizando armas con capacidades optimizadas o de grueso calibre…

b) El pago por protección dentro de las cárceles para garantizar la seguridad personal .

c) La extorsión a familiares de adictos privados de libertad por deudas de consumo.

d) Atentados contra domicilios de otros criminales.

e) Los homicidios por ajuste de cuenta, en algunos casos utilizando sicarios…

f) La desaparición de personas (la mayoría no denunciadas) asociada al ajuste de cuentas, como forma de dificultar las investigaciones.

g) Homicidios con ensañamiento como mensajes (homicidio 70 disparos).

h) El secuestro de familiares de otros traficantes.

i) Emboscadas a móviles policiales utilizando armas largas de grueso calibre como respuesta a acciones judiciales ejecutadas previamente.

j) Amenazas a servicios públicos, incluso ambulancias, que pretenden ingresar a determinados lugares cercanos a domicilios de narcos o bocas de distribución.

k) Amenazas y/o planificación de atentados contra autoridades. (Prédica de narcos mexicanos presos en nuestras cárceles).

BANDAS TERRITORIALES

Están asociadas con la distribución de drogas, aunque no exclusivamente. Necesitan tener control sobre el área geográfica donde desarrollan sus actividades y por su naturaleza usan la violencia para asegurarse ese objetivo. Se ha notado en algunos barrios un incipiente pero creciente proceso de feudalización. Existen de éstos grupos en cuatro barrios del área metropolitana, especialmente Cerro Norte y el Marconi, los que acordaron un pacto de no agresión y ocasionalmente operan juntos…

Para mantener el control de las áreas y dirimir diferencias recurren al homicidio con frecuencia. Se registran algunas áreas específicas de Montevideo donde el índice de homicidios que se registran según los parámetros internacionales, en algunos meses es de decenas cada 100.000 habitantes, cuando en el país es de 8 cada 100.000 habitantes

SECUESTROS, SICARIATO Y NARCOTRÁFICO

El fiscal de Corte, Jorge Díaz, señala “hay un componente que cruza todas las modalidades delictivas, y es el narcotráfico”, dijo Díaz al programa En la mira de VTV [14].

“El narco trajo la organización criminal y tiene un mercado que abastece –cocaína, algo de pasta base, marihuana– y con ese mercado se asienta en ese territorio. Y empieza a manejar económicamente todo el resto de la actividad delictiva. Son empresarios y se manejan con oferta, demanda, riesgo, prevención del riesgo”, agregó.

“En 1997 dije que en Uruguay no había sicariato porque no se había encontrado la oferta y la demanda y hoy tengo una mala noticia: la oferta se encontró con la demanda”, dijo el jefe de los fiscales. Por su parte, el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, en Subrayado el 30 de mayo vinculó sicariato y narcotráfico: “disputan por el territorio, disputan por el cargamento de drogas, disputan por el mercado, se roban mercadería entre ellos, se secuestran personas, se piden rescates, después empiezan los ajustes de cuentas, y en muchas partes del mundo eso termina después pasando a otro terreno, a personas que no están vinculadas al mundo del delito y se ven expuestas a este tipo de delito”, agregó el subsecretario.

Díaz dijo que históricamente Uruguay tuvo 100 presos cada 100 mil habitantes y hoy tiene 312. “Quien piense que tener un preso es el mejor remedio tendría que sacar números de lo que le cuesta al Estado”, agregó.

Ante las voces que piden mano dura del Estado, dijo que “el derecho no nació para perseguir los delitos. El derecho penal nace como límite del poder punitivo del Estado, exactamente lo opuesto a lo que muchos quieren”.

“Ya vivimos épocas de orden y mando: más delitos, más penas agravantes, más presos y los delitos siguieron subiendo”, expresó.

[1]El futuro de la vida urbana en el escenario de la globalización Adolfo Benito Narváez Tijerina http://www.raco.cat/index.php/ACE/article/view/83558/108541

[2]Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina http://www.latinamerica.undp.org/content/dam/rblac/img/IDH/IDH-AL%20Informe%20completo.pdf p.V

[3] http://siteresources.worldbank.org/INTWDR2009/Resources/WDR_OVERVIEW_ES_Web.pdf, p.27

[4]Especulacion inmobiliaria, movilidad espacial y big-bang urbano. Santiago de Chile, 1979-2009 ¿y después del terre-maremoto, que?…Raúl Olguín. Diseño Urbano y Paisaje Año 7 Número 19 2010. Universidad Central de Chile Santiago, Chile. Abril 2010, http://www.ucentral.cl/dup/pdf/19_especulacion_inmobiliaria.pdf, p.5

[5]La ciudad en el contexto de la crisis mundial: entender los efectos y reforzar la eficacia de los paquetes de estímulo,

Michael Cohen. Ciudades, una ecuación imposible, Mireia Belil, Jordi Borja y Marcelo Corti (eds.), Fundació Fòrum Universal de les Cultures. Icaria Antrazyt, p.35

[6] 8 - David Harvey Ciudades rebeldes Del derecho de la ciudad a la revoluci6n urbana Ediciones Akal, Madrid, 2013, 239 p. http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/CIU­DADES_REBELDES.pdf, p.21

[7] PNUD Informe sobre Desarrollo Humano 1999 http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_1999_es_completo_nostats.pdf

[8] Carlos Gabetta, Narcotráfico versus democracia, en Radiografía del narcotráfico, Le Monde Diplomatique, edición chilena, Santiago, 2009

[9] Le systéme économique mundial et le trafic de drogue, http://www.wikistrike.com/ 08 11 2012

[10] violencia urbana, políticas de seguridad pública y respuestas de la sociedad civil www.socialwatch.org/es/node/10330

[11] Antonio Ladra, periodista, entrevistado a propósito de su libro autor del libro Narcos en Uruguay 10 de setiembre del 2014 http://www.espectador.com/

[12] La Ley Seca, entendida como la prohibición de vender bebidas alcohólicas, estuvo vigente en los Estados Unidos entre 17 de enerode 1920 y el 5 de diciembre de 1933. http://es.wikipedia.org/

[13] Ministerio del Interior. Políticas de seguridad y convivencia. Presentación al Consejo de Ministros. 25 de mayo, 2015. Pp. 3-5

[14] http://www.elobservador.com.uy/ 05 06 2015

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